domingo, 22 de junio de 2008

Habiéndose hecho a la vela el Libertador el día 6 de agosto de 1823 en Guayaquil, con rumbo hacia el Callao, arribó a este puerto el día 1° de septiembre, y en el mismo hizo su entrada en Lima entre aplausos y transportes de la más viva alegría.
El perjuicios con tan escandalosas desavenencias, cuyos estragos sólo pudo contener la autoridad suprema que se había conferido a Sucre, quien en calidad de ministro plenipotenciario de Colombia había sido enviado a Lima, y que ya se hallaba encargado del mando en jefe del ejército unido libertador del Perú.
El presidente había disuelto arbitrariamente el congreso por medio de un decreto en que se declaraba ser, no sólo inútil, sino perjudicial su reunión en aquellas circunstancias. El congreso, no obstante, pudo volverse a reunir en Lima, cuando acababan de retirarse de allí las tropas españolas del general Canterac. Reunido el congreso, nombró presidente de la república a don José Bernardo Tagle, y depuso a Riva-Agüero, quien despreció tal resolución, apoyado en las tropas que tenía bajo su mando, y se declaró en guerra contra el congreso.

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